17 de julio de 2025

La decisión del Gobierno de Cantabria (PP) de oficializar el cierre del colegio público El Pedregal, que deja de existir de forma definitiva a partir del curso 2025/2026, tal y como recogía ayer el Boletín Oficial de Cantabria, solo es la puntilla a una decisión maquinada en la Consejería de Educación hace muchos meses.

Esta medida, tomada bajo el pretexto de evaluación de necesidades, no es más que un paso más en el desmantelamiento progresivo de la red pública de educación en nuestra comarca, en favor de un modelo concertado y de forma encubierta, si ese es su modelo que al menos den la cara y lo defiendan, pero lo que se ha hecho ha sido una manipulación de libro.

El paripé montado mediante la fundación Barquín Hermoso controlada por ellos mismos para auto-quitarse las instalaciones no ha conseguido engañar a las castreñas y castreños. El cierre no responde a una lógica educativa ni pedagógica, sino a una gestión política alejada de las necesidades reales de la población, que no ha contado con participación ni transparencia. No se ha escuchado a las familias, ni al profesorado ni a la ciudadanía que ha apoyado su continuidad con miles de firmas.

Por el camino se ha presionado de forma chantajista a las familias con presión y miedo con las matriculaciones para el próximo curso. Se cierra un centro con éxito de matriculación, con un modelo educativo que enriquece la educación del municipio y que se abrió cuando en Castro había menos niños matriculados que en la actualidad.

La escuela pública va sobre educación de niños y niñas, no de contabilidad en una hoja Excel ni sobre actos de matonismo político.