Lunes 1 de agosto de 2022
Solicitamos que el Gobierno de Cantabria reconozca la excepcionalidad poblacional de Castro Urdiales y el impacto real de nuestra economía en la recaudación de impuestos en la comunidad, para recibir subvenciones o inversiones autonómicas.
Podemos e Izquierda Unida hemos denunciado de nuevo, el pernicioso sistema de subvenciones del Gobierno de Cantabria, con el que Castro sale año tras año muy perjudicado, dejando de percibir millones de euros, y poniendo esta vez del foco y ejemplo en el programa de Corporaciones locales.
El no reconocimiento de la población de facto de nuestro municipio, aplicando criterios para las subvenciones únicamente por el número de empadronados, es solo uno de los motivos de esta pérdida.
Ya el pasado agosto, el Ayuntamiento tuvo que aportar 645000€ para complementar los sueldos de las corporaciones locales en base a varias sentencias judiciales que los equiparaban al convenio municipal, pero la Consejería de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno de Cantabria, sigue concediendo las subvenciones como si nada hubiera ocurrido en los juzgados. Es más , se han reducido en 200.000€ cada uno de los dos próximos años.
Esto obliga al ayuntamiento a reducir el número de personal contratado en estos programas, pasando de 115 el año pasado a 70 para los próximos dos años. 35 personas menos cada año, en un programa de ayuda a la inserción de las personas que se encuentran en una situación laboral precaria. Es sencillamente intolerable.
Los números en comparación
Es aún más indignante el caso al ver la cantidad recibida en otros municipios. Por ejemplo, mientras que nosotros recibimos 1.2 millones, Torrelavega recibe 2.8, Un 133% más, para una población censada (que no real) que únicamente es el 54% superior. ¿Dónde está la equidad? ¿Dónde está la proporcionalidad?

Volvemos a hacer una llamada para que el Gobierno de Cantabria reconozca la excepcionalidad poblacional de Castro Urdiales y el impacto real de nuestra economía en la recaudación de impuestos en la comunidad, enorme para nuestra población censada, pero siempre olvidado para recibir subvenciones o inversiones autonómicas.